Las lágrimas del cazador
Por @jorgitomacumba
Un ligero temblor y el sudor frío advierten a la víctima que se acerca su hora. Silencio en el aire. No hay viento. No hay vida. No hay nada. Tras un instante eterno se escucha un crujido. Un pájaro vuela. La víctima levanta la mirada, vuelve a mirar sobre su hombro, da una vuelta completa pero no ve nada. Y ya no siente miedo, ese reflejo natural que la preserva de la muerte, solo un ligero sobresalto acompaña cada nueva señal dada por su victimario. Conoce muy bien el eterno juego del gato y el ratón, lo que no conoce es el rostro de su nuevo atacante.
El cazador encuentra una huella, toca el suelo, se toma el sombrero y huele el aire. Se agacha, empuña su arma y comienza a acercarse. Acecha su víctima y de repente se abalanza en estrepitosa y descarada carrera contra ella. Antes del fatal encuentro se levanta un murmullo como mil voces que comienzan a hablar al mismo tiempo, subiendo el volumen a medida que se acercan. No es un cazador, son miles, es una horda de energúmenos corriendo, gritando, pasando unos encima de otros. Sus gritos y el sonido de sus armas acallan a quienes piden ayuda, a los niños llorando. Pero el último suspiro exhalado por un pueblo que agoniza al unísono logra lo imposible: Por un instante detiene al cazador. Y lo hace llorar.
Ya no importan las cámaras, el trabajo o estar frente a millones de colombianos en vivo. El Cazanoticias se detiene un momento, se toma la cara y suelta sus lagrimones amarillistas. No se imagina que su imagen en cámara lenta se va a convertir en la cortinilla del programa, como esos momentos en los que Pirry le ayuda a un chino a tirarse por una tarabita para llegar a la escuela. El patrullero RCN y la sección de farándula hacen un alto, un respetuoso gesto ante un hombre al que por entre su chaleco de periodista se le asomó el alma que muchos –entre ellos yo- pensábamos que no poseen los periodistas.
Llora tus lágrimas mientras destrozas a dentelladas a tu víctima para alimentarte amigo Cazanoticias, llora todas tus lágrimas amarillistas que nadie va a llorar por tí cuando tú seas la noticia.
(Video cortesía @julianortegam).