domingo, 10 de enero de 2010

LA COYUNTURA DE SIEMPRE

Destierro Interno
Por N. A. V. E.

El hombre siempre ha buscado encontrar su ser y para ello ha necesitado un lugar. Por ese motivo, los antiguos imponían a una persona el destierro como la mayor pena por sus faltas. Era el modo de alejar al infractor de lo más querido y de lo que daba significado a toda su vida. Cicerón se autodesterró por dignidad, como renuncia ante el poder de la república en Roma.

Sin embargo, desde la edad moderna predomina la idea del control. El control aisla los malos elementos para evitar que las manzanas podridas dañen las buenas. El control separa, impide la circulación para que no se cuelen elementos considerados malos, nocivos o perjudiciales. El exilio ya no es sinónimo de destierro y el mediterranismo es hoy la mejor forma de control.

Se asume entonces que lo que no se conoce no se controla, y por ello tendría elementos nocivos para el sistema de vida propio. Un motivo suficiente para las burocracias de embajadas que obligan a las personas a permanecer en el lugar de origen y a evitar el contacto directo con el lugar que dichos consulados representan. Y los buenos espíritus locales de América Latina se empobrecen por obligación, porque pierden contacto con otros buenos espíritus de países del primer mundo. Como en la antigüedad, se debilita al espíritu con el exilio y ahora se le somete a permanecer lejos del lugar deseado, que no es siempre la propia casa.

El mejor ejemplo de esto está en la exigencia de visados como manera de control de circulación de las personas. Es raro encontrar en la actualidad países abiertos a la migración como fueron Brasil, Argentina, Uruguay, Chile, México o Cuba. Sin embargo, hoy en día es más frecuente ver casos como el de Abdulmutallab, hoy señalado por terrorismo y antes con una visa de múltiples entradas a los Estados Unidos que sería la envidia de muchos de los que hemos hecho la fila junto a la embajada en Bogotá. El múltiple contacto enseña y enriquece, mientras que el control evidencia su fracaso: con mayor control se siente más presión y se incrementan peligros como el de la posible aparición de personas con voluntad de autoeliminación dentro de un avión comercial.

Diciembre de 2009.



1 comentario:

  1. Si todo el mundo quisiera visitar tu casa ¿no aplicarías un control para ello? mas cuando no sabes que intenciones llevan. La otra cara de tu reflexion. ¡Saludos! te visitaré mas a menudo. Te sigo en twitter como royery

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