jueves, 24 de septiembre de 2009

EDITORIAL


LAS MUJERES NO SOMOS CHISTOSAS.
Por Dra. BBra
Ya es cuento sabido que la vida no tiene nada de chistosa. Lo que tiene de chistosa se lo ponen las personas.
Se dice que la capacidad para aprender y manejar un lenguaje propiamente dicho, el sentido del humor, y la marcada tendencia a escurrir el bulto nos diferencian de las otras especies, así sean tan cercanas como los primates. Entre mujeres y hombres, las diferencias son más complejas y las explicaciones suelen ser más intrincadas; pero los genios se caracterizan por volver simples las cosas complejas.
Papá Freud hacía notar en su clásica Psicopatología de la Vida Cotidiana (Total recomendado. Para deleitarse con este libro, solo se necesita ser humano)  que las mujeres somos, por decirlo de algún modo, más conscientes de los mecanismos del inconsciente que los hombres. De lo cual, podría extraerse que lo que los caballeros expresan como “pendejada”, “buscarle la quinta pata al gato” o “está en esos días”; es de hecho, el don terrible de percibir la realidad tal y como es. Con esto me refiero al hecho evidente de que si intentar percibir los vericuetos del mundo físico y mental requiere mucho esfuerzo y atención, imagínese la energía que requiere verle la cara amable al mundo siniestro. Solo suponga, hacer las dos cosas simultáneamente. Si uno le pone atención a todo le queda más difícil verle la parte chistosa porque uno no puede dejar de verlo todo con demasiada seriedad. Me aventuro a decir que en la mayoría de casos, tanto hombres como mujeres fijan su atención en aspectos distintos, ejemplos … que los pongan en los comentarios.
Por supuesto, con el don viene la carencia y por esa vía nuestro sentido del humor queda seriamente atrofiado. Niña: No sirve parodiar al Cuentahuesos, tiene más gracia el sonido de una matraca en Viacrucis de Semana Santa, y el silencio general se puede prestar para planes mafiosos: “Qué parezca un accidente, Joe”. Señora: Solo usted cree que despotricar de la vecina es chistoso; sus amigas la miran sonriendo pero una cosa es el morbo y otra el humor, mientras sus interlocutores masculinos, sacarán mucho más partido de su verborrea aunque finjan con su pose de interés genuino.
La inquietud resurge en mi cabecita inquieta, cuando me acuerdo de las columnas en Postre de Notas de Daniel Samper Pizano, donde se planteaba el mismo cuestionamiento. Escritos que provocaron furibundas respuestas, entre las cuales sobresalió la de una tal Lina Luna, que parecía feminista de caricatura (¡oh! ¡Qué raro!). Respuesta soberbia, enfática e indignada publicada por el mismo DSP en dicha columna. Luego se descubriría que Lina Luna era el mismo DSP en otra de sus polifacéticas tomaduras de pelo.
A estas alturas, sería más útil preguntarnos: ¿Es que las mujeres tenemos que ser chistosas?. O mejor aún, ¿Es que tenemos algo de qué reírnos? Pero hasta aquí llega la hoja.

7 comentarios:

  1. Más que chistosas, lo importante es que tengan gracia, y en muchas cosas, desde el caminado, hasta en lo más íntimo. No hace mucho comenté donde @catalinapordios , que las tetas son simples accesorios y con el tiempo hasta aburren, lo fundamental es la gracia. Al menos una, y entonces bien buena y vitalicia.

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  3. Pues yo siempre he pensado que las mujeres tienen un enorme sentido del humor, y gracia. Sólo que (la mayoría, al menos) carece de algo importante: humor negro. Por eso casi no hay mujeres caricaturistas.

    Me gustó tu blog. Saludos, Harley Quinn.

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  4. Las mujeres no somos chistosas, es chistoso lo que nos ocurre y si cuando lo contamos alguien se ríe, es porque ser tan conscientes de lo que somos, de lo que nos ocurre y de lo que nos espera en la vida, nos llena de esa honestidad casi imprudente que saca una sonrisa.

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  5. Para mí la gran diferencia entre hombres y mujeres es que ellas sienten y nosotros analizamos. Muchas veces para el humor se necesita cierto análisis que las mujeres no harían por estar sintiéndolo, lo que en últimas limita ese humor negro. Ahora, he conocido (y padecido) varias mujeres con un humor mordaz y admirable.

    No me voy sin resaltar los beneficios de la red, gracias a lo cual he logrado dar con blogs como este, donde se pueden pasar horas dejándose llevar por la lectura. Seguiré pasando por aquí, obviamente

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  6. Harley Quinn es graciosa. Aunque se podría argumentar que le roba sus chistes al señor J. Sin embargo, en la retorcida lógica de los habitantes de Arkham, se podría decir que el hecho de robarle chistes al señor J. es lo más gracioso de Quinn y es algo que no le robó al señor J.

    Y a los dos les diagnosticaron un tipo elevado de cordura. El señor J. ve las cosas con demasiada claridad y eso lo convirtió en un chistoso psicópata. Quinn ve al señor J. con demasiada claridad y eso la convirtió en una chistosa psicópata.

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  7. Si las mujeres son chistosas o chismosas me tiene sin cuidado. Llámenos brujas, malvadas, buenas, con chispa, sin gracia, auténticas, falsas como quieran... todo a la vez. Total nos han dicho de todo cuanto se ocurre. Siempre los intentos por generalizar y definir a la mitad de la población estarán destinadas al fracaso.

    Lo que no resulta gracioso es que estos apelativos se usen estratégicamente para callar las voces de las mujeres. Que vergüenza mundial da ver un debate en el Congreso de mi país sobre paridad política, donde los argumentos tienen sustento justamente en estos prejuicios y donde creen que la democracia se hace con unos cuantos y hacen un favor cediendo el 20% del poder.

    Gracias Dña Bárbara, más que graciosa, eres amena revelando estas paradojas en que terminamos por medio de la palabra.

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SIN CENSURA, PERO CON RESPETO. DE TODOS DEPENDE ...